Hoy es MIÉRCOLES SANTO.
Llega el que será el último día de la Pre-Pascua.
MIÉRCOLES SANTO. Miércoles de condena. Todo está dicho. La revelación de
su identidad es clara. La denuncia del pecado también.
Jesús
sabe lo que va suceder, sabe el día y la hora. No le será ahorrado el
desconocimiento previo, o la esperanza de que el dolor va a ser menor. Sabe que
su cuerpo va ser flagelado, deshonrado. Y, por fin, llegará una muerte cruel.
Jesús va a ser el inocente que paga por los pecados de aquellos a quienes ama.
Ya que el amor para Jesús es querer tanto al otro, que se busca librarlo de
todo mal, para que todo el que quiera salvarse, lo pueda lograr.
Miércoles
de oscuridad, de luto, de austeridad, de dramatismo y desamparo. Miércoles
de oración intensa y sin descanso. Miércoles de silencio. Donde tan sólo una tamborá romperá ese silencio. Y, en cada estación, pediremos perdón
por no querer coger con amor, las cruces que nuestras son.
¡¡¡Hermanos,
tomemos nuestra cruz y sigamos a Jesús en busca de la salvación.
Que son
catorce Misterios de un Cristo, que por exceso de amor,
encontró su nombre en
la EXPIRACIÓN!!!.
¡¡¡Seguimos en contacto!!!
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